noviembre 24, 2017

Hombre de más de 70 años es golpeado por personal de la delegación perredista de GAM, al intentar interponer queja en Profeco por cobros excesivos de CFE

(25 de noviembre, 2017. Revolución TRESPUNTOCERO).- Marcos tuvo razón en negarse a que su esposa, embarazada de casi nueve meses, lo acompañara a interponer una queja ante Profeco, en las oficinas que se encuentran ubicadas en la Delegación Gustavo A. Madero. “Le dije que nunca se sabe qué pueda pasar y luego sin buscarla se desata la violencia”, explica a Revolución TRESPUNTOCERO.

Cabe señalar que Marcos, forma parte del Movimiento Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica, el cual nació a partir de la extinción de Luz y Fuerza del Centro; cuando envían a 44 mil trabajadores de la industria a las calles y nace el problema de los cobros excesivos por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Es así como un grupo de vecinos de la Ciudad de México comienza a organizarse y con el tiempo ahora tienen representaciones en distintas delegaciones, por parte de usuarios a quienes les envían recibos de luz con costos estratosféricos.

“Dentro del gran grupo de apoyo que conformamos, la mayoría de los afectados son de la tercera edad y sin importar eso la CFE amedrenta a los usuarios. Ejemplo de esto se vivió el día que fuimos a levantar la queja. Llevamos toda nuestra documentación y nos formamos para que no se viera tan desorganizado. Quienes asistimos éramos de distintos puntos de la Ciudad de México.

Todo lo hicimos de manera pacifica. Ahí mismo habían otros grupos de personas que iban a otros asuntos totalmente distintos al nuestro, en tanto al estar en la Profeco de la Villa, teníamos visibles los puestos de ambulantes que venden productos religiosos. Esta gente comenzó a meterse a las oficinas y a otros sitios cercanos, en el momento en que personal de la delegación GAM iban acercándose al lugar”, detalla Marcos.

Señala que eran a lo mucho tres hombres con chaleco negro, con el logotipo de la delegación GAM. Comenta que parecía que “estaban sondeando la situación” y parecía que iban en contra de los vendedores ambulantes, por lo que Marcos siguió observando la situación desde su lugar en la fila.

“Comenzaron a llegar más elementos de la delegación. Lo único que hicimos fue llevar un micrófono con una bocina y desde ahí se informaba cómo estaba la situación o algún otro dato, lo que creo no es delito porque no estábamos perjudicando a nadie. Sin embargo, los de la delegación dejaron de lado a los vendedores y fueron directo hacia nosotros.

Se acercaron a quienes estaban ocupando el micrófono y de manera déspota les dijeron que se quitarán. Y repito es gente de la tercera edad en su mayoría, al ver que los estaban violentando verbalmente me acerqué a pedirles que no los trataran mal. Yo quería que no empujaran a estas personas y lo quise evitar para que no llegaran hasta golpearlos”.

El líder del personal de la Gustavo A. Madero comenzó a gritarle a Marcos, quien le dijo que no tenía por qué gritarle. En ese momento inició la violencia. “Yo vi como empujaron a un señor de más de 70 años, a quien tiraron al suelo y de inmediato comenzaron a patearlo en grupo. A otro muchacho también comenzaron a golpearlo, pero el sí logró defenderse un poco, por su edad. Y de pronto esos tres de chaleco de la GAM que estaban ahí se convirtieron en 10 o 12 personas. Y estaban pegándole a la gente, de repente sin ver de dónde me tiraron al suelo y comenzaron a golpearme entre varios, en todo el cuerpo sentí las patadas.
El tiempo se me hizo eterno, tal vez duró minutos pero para mi fue muchísimo tiempo y me dieron de patadas hasta que se cansaron y con todo. En la cabeza varios golpes sí me tocaron”.

En ese momento una persona del mercado ayudó a Marcos ha salir de la escena de violenta y después le recomendó ir a denunciar de inmediato a la estación de policías que estaba en la misma zona y a unas cuadras. A lo que el joven accedió. A su llegada los policías le dijeron que una patrulla lo ayudaría, pero tenía que esperarla en una esquina.

Marcos se dirigió al punto donde le dijeron, pero mientras eso pasaba vio como el mismo grupo que lo había golpeado lo identificó, lo señaló y comenzaron a correr hacia él, por lo que su instinto de supervivencia, indica, hizo que volviera a salir corriendo hacia donde estaban los policías. Quienes, comenta, sí lo protegieron puesto que los elementos de la GAM incluso intentaron adentrarse a dichas oficinas para ahí mismo ejercer nuevamente violencia sobre él.
Cabe destacar que los golpes recibidos por Marcos, entre otros daños le provocaron la severa inflamación de la cabeza. “Nosotros solamente esperábamos en la fila para realizar un procedimiento legal, pero ya no supe a qué se llegó porque nos comenzaron a golpear. Lo que a mi me comentaron es que durante el acto violento Profeco cerró las puertas de sus oficinas, de ser cierto fue un acto inhumano porque por el contrario debieron decirle a la gente que pasara al interior y protegerse. De mi parte sí puedo identificar al menos a dos de las personas que me golpearon”, comenta Marcos.

Gerónimo, otro de los usuarios pertenecientes a dicho movimiento, también fue agredido verbal y físicamente por los elementos de la Delegación Gustavo A. Madero. “Estábamos afuera de las oficinas de Profeco cuando unos hombres con chaleco negro y logo de la GAM intentaron de manera grosera y violenta quisieron llevarse la bocina. A estos hombres se sumaron muchos más.
Lo que hice fue acercarme de manera tranquila para preguntar qué pasaba, incluso llevaba un café y mis hojas en las manos. Uno de ellos se voltea me ve y me pregunta: ‘qué le estoy viendo’, yo todavía le dije: ‘no te veo a ti, vengo a ver qué está pasando porque vengo con ellos’, me dijo que me retirara si no quería que me partiera la cara en ese momento. Yo todavía le dije que se tranquilizara y en ese momento sentí un puñetazo por detrás”, narra a Revolución TRESPUNTOCERO, Gerónimo.

De inmediato varios sujetos más comenzaron a golpearlo, y señala que lo único que alcanzó a ver es que no era el único que estaba siendo agredido físicamente. “Incluso vi como también golpeaban a un señor de la tercera edad, me dio muchísimo coraje porque era una persona indefensa a la que estaban dañando, incluso lo dejaron sangrando de la cabeza y la boca. A mi me seguían también dando de patadas en todo el cuerpo y lo siguieron haciendo creo yo hasta que se cansaron.
La gente gritaba que ya me dejaran y no lo hacían. Me golpearon en la cara, en la cabeza, en el cuello, en la espalda. Me dio muchísimo coraje porque no había razón de la violencia en nuestra contra”, señala Gerónimo.

Estas acciones no son las primeras que padece el movimiento, en distintos hechos, puntualmente personal de la CFE también ha agredido físicamente e incluso han puesto en peligro la vida de los usuarios, quienes de manera legal han mantenido las acciones en contra de los costos excesivos que mes a mes llegan en los recibos, en muchos casos de personas que viven solas y que solamente pernoctan en sus hogares.

Uno de los casos más emblemáticos, es el de un usuario que tiene un cobro por 300 mil pesos. Cuando, se señala, es una persona que vive solo (adulto de 73 años), sus actividades lo mantienen fuera todo el día y solamente llega a su casa por las noches. “Es un caso de locura. Vive en un domicilio de interés social. Qué consumo de energía puede hacer”, se ha denunciado.

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